5 restaurantes con vistas que no debes perderte en Madrid

Laura Conde

Son muchos los que a la hora de elegir un restaurante piden más que una buena cocina. La estética comienza a ser un factor decisivo a la hora de escoger local para cenar, y son muchos, especialmente en estas fechas, quienes, antes incluso de echar un vistazo a la carta, se aseguran de que van a disfrutar de unas vistas espectaculares durante el ágape. Aquí van algunos restaurantes con grandes vistas en Madrid, lugares desde cuyas mesas contemplar estos hermosos atardeceres preotoñales que nos regala siempre septiembre.

 

1. La mar del Alabardero, en Ópera

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No estamos ante una panorámica del skyline madrileño, ni ante un despliegue de naturaleza al otro lado de una cristalera en las alturas. La mar del Alabardero es otra cosa. Una terraza ajetreada, carismática, en pleno trajín de Madrid, nos regala una instantánea del espíritu intrépido y siempre bullicioso de la ciudad. La estampa de este irresistible ir y venir de peatones en la Plaza Oriente, frente al Palacio Real, se disfruta mejor, claro, si tenemos ante nuestros ojos alguno de sus pescados (especialidad de la casa) cocinados sin excesivas florituras, pues aquí apuestan por focalizar la atención en un producto excelente. Sus arroces se encuentran entre los más populares de Madrid.

¿Dónde? Pza. Oriente, 6.

 

2. Green House, en Chueca 

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Lo bueno de este local en pleno centro de Madrid es que sus vistas son magníficas a cualquier hora del día y en cualquier momento del año, pues la plaza de la Villa de París es siempre un buen lugar para invitarnos a dejar volar nuestra imaginación ante una mesa bien surtida. Tanto la insinuante luz del verano como los atardeceres de otoño o las noches lluviosas de invierno son momentos ideales para hacerse con una mesa en este local especializado en cocina de mercado y pedir alguna de las sugerencias de la carta (aunque una buena aproximación a la esencia de The Green House son sus menús degustación) mientras asistimos a uno de sus espectáculos en directo, de magia y humor. Atención fans de Paramount Comedy: este local acoge a los monologuistas más emblemáticos, ¿cómo resistirse a la combinación entre vistas, buena mesa y carcajadas?

¿Dónde? Marqués de la Ensenada, 16.

 

3. El Viajero, en La Latina 

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Sí, para ti las vistas son importantes. Pero no sólo las vistas. Buscas un lugar ‘trendy’, sofisticado, urbanita, un local que pese a estar en el centro del viejo Madrid parezca recién salido del Soho londinense o del Barrio Latino de París. Buscas ese moderneo bien entendido que combina un interiorismo de aspecto casual pero cuidadísimo con unas tapas de toda la vida que van desde las croquetas al salmorejo, aunque jamás dirías no a una parrillada de carne, a una hamburguesa de buey o a un atún con salsa teriyaki. La azotea de El Viajero, o, lo que es lo mismo, de un hermoso palacete de tres plantas del siglo XIX con diversos ambientes, todos ellos cool a rabiar, es el lugar desde el que contemplar cómo cae el sol sobre el Madrid de los Austrias en un entorno decididamente chic.

¿Dónde? Pza. de la Cebada, 11.

 

4. El Colorao, en Alameda del Valle

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No se puede hablar de Madrid y de vistas sin mencionar la sierra y sus incuestionables encantos. Y como cuando uno se aleja de la ciudad y se desplaza a ese paraíso de aire puro y buenas vibraciones lo único que desea es estar al aire libre y disfrutar de ese oxígeno delicatessen, El Colorao, una masía clásica con un par de sencillas terrazas ideales para ir en familia y degustar alguna de las carnes de su carta -desde el cordero al cochinillo- es una gran opción. Tienen también una buena selección de pescados, tapas y raciones, y disponen de menús de grupo por si nos decidimos a disfrutar del entorno en muy buena compañía.

¿Dónde? Grande, 29. Alameda del Valle (Madrid).

 

5. El Encingolf, en Alcalá de Henares

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De nuevo salimos de la capital y nos desplazamos, en esta ocasión, a Alcalá de Henares, a este restaurante de cocina de autor ubicado en el cinco estrellas El Encín. Alta cocina en un entorno de lujo, y un equipo de excepción que opera al ritmo que marca Juan Mari Arzak, convierten a Encongolf en un caballo ganador. La carta se basa en la materia prima autóctona y los productos de la huerta, desde la merluza de Pincho de Burela o el atún rojo de las costas de Cádiz, pasando, obviamente, por las exquisiteces que ofrece la huerta de Aranjuez.

Tras el ágape en el restaurante, una gran opción es desplazarse a la terraza chill-out y disfrutar de la puesta de sol sobre el campo de golf con un cóctel en una mano y un snack en la otra.

¿Dónde? Autovía A2, Km 35,600, 28880 Alcalá de Henares.