Persiguiendo el sol en Formentera

Laura Llop
El paraíso hecho isla. Formentera atrae la atención cada vez más de turistas y parece que aun no somos conscientes de la fabulosa isla. Te enseñamos cómo es!

Muchos de nosotros, cuando pensamos en playas paradisíacas, visualizamos algún destino caribeño con palmeras y playas de fina arena blanca. Sin duda, no me importaría perderme unos días en un lugar así, pero te aseguro que no hay que ir tan lejos para encontrar el paraíso.

 

 

En nuestro querido mar Mediterráneo se esconden un sinfín de rincones en los que perdernos, pero hay uno en concreto en el que podemos literalmente seguir el sol: Formentera.

En la pequeña de las Pitiusas podemos seguir el movimiento del astro solar de playa en playa para no perdernos ni un momento de luz.

Además, sus calas y playas no tienen nada que envidiar a las del Caribe. Arena fina, aguas cristalinas, un mar turquesa y peces de colores son los ingredientes principales.

 

 

Puedes empezar el día en Illetes o Llevant y dejarte sorprender por un mar completamente transparente de buena mañana. Si te apetece, puedes desplazarte hasta el Far de La Mola y admirar los impresionantes acantilados del lugar.

El sol del mediodía parece invitar a saludarlo desde Es Migjorn, para luego echarse una siesta en Es Caló después de comer.

Y en cuanto se acerque la puesta de sol, ve a Cala Saona y admira los colores del atardecer, en serio. Y… shhht… no le digas a nadie que también es un buen lugar para relajarse con un baño de barro y disfrutar del último chapuzón del día.

 

 

Sí, el paraíso a pocos kilómetros de casa.