La Gran Ilusión de Antonio Díaz

María Bernades

Aún recuerdo hace muchos meses, a finales del 2013, que nos llegó un espectáculo para vender en Atrápalo que se llamaba La Gran Ilusión. Entré, miré la ficha, leí la sinopsis y automáticamente quise ir a verlo. Cosa extraña porque es magia y, sinceramente, yo soy antimagia. No me gustan los espectáculos de conejos y chisteras, trucos resobados de cartas. Pero pensé, este tiene buena pinta, ¡será un top ventas! Y fíjate, ahí estamos, ¡5ª prórroga!

Finalmente pude ir un sábado con mi hija de 5 años y no puedo explicar con palabras lo que sentí durante los 70 minutos que dura el espectáculo, aunque podría intentarlo… perplejidad, emoción, incomprensión, estupefacción, admiración. Al salir entiendes perfectamente cada una de las palabras que componen el título: La gran ilusión, ya que esto es lo que se vive durante el espectáculo, ilusión.

 

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Por no hablar de la puesta en escena y la música que son espectaculares, ni de la simpatía de su protagonista Antonio Díaz que hace más entretenido el espectáculo. Llega a un punto que hasta sientes pena cuando acaba y desaparece la magia.

Mi hija, por supuesto, daba menos crédito que yo. Salimos emocionadas y yo aún lo sigo (¡desde el año pasado!). Repetí con mis padres y lo he recomendado a todo el mundo, familiares, amigos, compañeros de trabajo, y ahora, a todos vosotros que me estáis leyendo.

Como Global Product Manager de Entradas, créeme, de espectáculos sé un rato y os animo a todos a vivir esta experiencia llamada La Gran Ilusión y ver actuar a un grande Antonio Diaz que está cambiando el concepto de la magia.