Barcelona para familias molonas y niños cool

Natalia B.
Cuanto más crece la familia, más difícil es perderse y descubrir los secretos que esconde una ciudad como Barcelona.

Por eso, queremos ponértelo fácil y chivarte algunos planes alternativos para disfrutar con niños en Barcelona.

Para niños culturetas

Si volviera a mi edad de oro querría pasar largas horas descubriendo el mundo de la ciencia, tocando y experimentando con los inventos y actividades del CosmoCaixa, no sé si me ayudaría a entender cómo funcionan las cosas a mi alrededor, pero por lo menos, lo habría pasado bomba. Si tu hijo es más de arte que de ciencias, no puede perderse las actividades que organiza Verdi Kids, desde proyecciones de películas independientes para niños, hasta festivales para tu peque sea el más moderno de la clase.

De compras

¿Qué mejor que ir a tiendas llenas de juguetes en las que puedan disfrutar tanto ellos como tú? Tiendas en las que el diseño cobra mucho protagonismo. Una de ellas, la encontramos en la calle Tantarantana 16 en el barrio del Born. Se trata de Chandalito, una tiendecita que comparte local con Impossible (la tienda de las Polaroid). Sus estanterías están llenas de juguetes de nuestra infancia con un aire retro, mezclados con otras propuestas de diseño hecho con materiales naturales, ilustraciones y ropita de lo más “in” para tu hijo.

De Merienda con niños

Si existe una creciente tendencia en evitar restaurantes en los que haya niños, hoy proponemos lo contrario, bares para merendar que gritan a los cuatro vientos que se acerquen los más peques. En la calle Ramon y Cajal, en Gracia, encontramos la Granja La Nena, en la que un chocolate a la taza, un bizcocho y un juego de mesa te resolverán la tarde. Si por el contrario lo que quieres es que tu hijo socialice con otros niños de su edad, la mejor opción la encontramos en el bar del Convent de Sant Agustí, en el Born, justo al lado del Museo del Chocolate. Por último, puedes desayunar o merendar en compañía en We Pudding, en la calle Pau Clarís 90. Adentrarse en este bar es imaginarse la vida en un circo (literalmente).

 

Ahora ya no hay excusas para disfrutar de algún plan molón para descubrir Barcelona en familia.